Cuerpos sexuados – Anne Fausto-Sterling

Desde el primer capítulo de Cuerpos sexuados, Fausto-Sterling deja clara su visión feminista sobre la construcción del sexo: «el sexo, que se ha considerado como biológico, es en realidad una instancia cultural, tan construida como el género. La visión de los cuerpos como pertenecientes a dos y sólo dos categorías está mediada por un contexto social, histórico y cultural». Según la investigadora, el conocimiento científico está tan enraizado en la vida social que para la ciencia es imposible salir del binarismo mujer-hombre. Situación que llega hasta el punto de ignorar datos que encajarían en sistemas científicos capaces de aceptar la existencia de estadios intermedios de sexo. La científica reitera con convicción que «etiquetar a alguien como varón o mujer es una decisión social. El conocimiento científico puede asistirnos en esta decisión, pero sólo nuestra concepción del género, y no la ciencia, puede definir nuestro sexo. Es más, nuestra concepción del género afecta al conocimiento sobre el sexo producido por los científicos en primera instancia». El trabajo de Fausto-Sterling, centrado en desafiar las ideas convencionales sobre la división naturaleza/cultura, sobre las mujeres y el género en la ciencia, o sobre la intersexualidad y la homosexualidad, la han convertido en una de las biólogas más influyentes de nuestro tiempo.