Debemos profundizar al feminismo como política de Estado

Medio: Noticias Argentinas
La autora considera que hay una disputa errónea e inconducente, creer que el feminismo se opone a las políticas de impacto social y eso subestima al feminismo, pero sobre todo es un problema político en la consideración de qué es gobernar para las mayorías.
Por Mónica Macha
Los feminismos populares convivimos con la pregunta por la transformación. Sabemos, lo hemos experimentado en nuestras vidas personales y políticas, colectivas y privadas, que la escena social no es siempre igual ni se mantiene inalterable a través del tiempo.
Hay una constante transformación. Aquello que ha sido una victoria puede convertirse en una costumbre o puede revertirse producto de la correlación de fuerzas. Lo mismo sucede con las desigualdades. Hay opresiones estructurales, complejas, pero que no son inmóviles ni inmutables.
Es decir, la lucha feminista es una lucha en gerundio. El feminismo siempre está siendo. Los resultados electorales nos obligan a una acción a dos
tiempos: trabajar en lo impostergable, trabajar en una estrategia a largo plazo.
En lo inmediato, debemos profundizar al feminismo como política de Estado. Es una victoria importante y fundante que el feminismo sea un eje de la política estatal, pero necesitamos más.
Necesitamos teñir nuestras políticas de mirada feminista, es decir de justicia social que revierta desigualdades. En el largo plazo, implica tener una estrategia para que nuestro popular no sea una excepción, un paréntesis, en la historia del neoliberalismo.