Hijas del cupo y madres de la paridad

Medio: Télam
Hoy, 23 de septiembre, recordamos y celebramos un hito clave de la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos y oportunidades en nuestro país: la promulgación, en 1947, de la Ley 13.010 -también conocida como Ley Evita- que consagró la igualdad de derechos políticos entre mujeres y varones, otorgando a las mujeres la posibilidad de votar y de ser votadas. Al respecto opinó para Télam la diputada nacional del Frente de Todos Mónica Macha,presidenta de la Comisión de la Mujer y Diversidad de la Cámara de Diputados.

Por Mónica Macha
Los espacios sociales tienen la capacidad de mostrar (y demostrar) nuestro comportamiento político. En esa arena donde intervenimos y nos movemos, hablamos de nosotrxs mismxs, de nuestras lógicas de construcción y de una forma de relacionarnos con el poder. La participación política feminista es hoy condición de posibilidad de una sociedad más justa y digna.
Desde los feminismos populares y masivos hemos avanzado en relación a la participación política de las mujeres, lesbianas, travestis y trans. Ganamos terreno en espacios históricos (e históricamente negados para todxs lxs que no somos masculinidades hegemónicas CIS) donde nuestra aparición e irrupción transformó en cierta medida las estructuras patriarcales en las que estaban fundados.
El contexto actual nos demuestra la necesidad de profundizar al feminismo popular como política de Estado. Porque somos las mujeres, lesbianas, travestis y trans quienes empujamos la rueda de la reproducción social todos los días para que sean posibles los mecanismos de la vida laboral y social.
El liderazgo político de mujeres y diversidades, en tanto sigamos en una sociedad patriarcal, siempre va a ser sesgado y restringido. Por supuesto que las mujeres lideran procesos de trabajo, siempre lo han hecho, y cada vez más mujeres participan de la toma de decisiones. Pero en un momento de crisis como el que atravesamos hoy es necesario que el poder y el trabajo se ejerza de un modo que no sea machista y con las mujeres, lesbianas, travestis y trans siendo parte de la toma de las decisiones. Somos la mitad de la sociedad que corre los límites de lo posible.